lunes, 30 de septiembre de 2019

Seguridad Radiológica en embarazadas


El embarazo y la protección 

radiológica en radio-diagnóstico



1. ¿Existe un nivel “seguro” de exposición de una paciente embarazada a la radiación?

No se aplican límites de dosis a la exposición de los pacientes a la radiación, puesto que la decisión de utilizar radiación se basa en justificar cada caso en función de la situación de cada paciente individual. Una vez que se ha decidido que el examen o tratamiento médico está justificado, éste debe ser optimizado. Esto significa que es preciso lograr el objetivo clínico con la dosis apropiada. Se establecen límites de dosis seguros para el personal, no para los pacientes.

2. ¿En qué consiste la “regla de los 10 días” y cuál es su validez actual?

La ‘regla de los 10 días’ fue postulada por la ICRP para mujeres en edad de procrear. La regla establece que “siempre que sea posible, se debe confinar el examen radiológico del abdomen inferior y de la pelvis al intervalo de los 10 días siguientes al comienzo de la menstruación.” La propuesta original era de 14 días pero se redujo a 10 para tomar en cuenta la variabilidad del ciclo menstrual. Hay evidencia creciente de que, en la mayoría de las situaciones, el seguir estrictamente la ‘regla de los 10 dias’ puede ser innecesariamente restrictivo. Cuando el número de células del embrión y su naturaleza todavía no se ha especializado, es probable que el daño a estas células tenga como consecuencia un fallo de implante, o una muerte indetectable del embrión, siendo muy improbable que haya malformaciones. Dado que la organogénesis comienza entre 3 y 5 semanas después de la concepción, se estimó que la exposición a la radiación en fase temprana del embarazo no puede dar lugar a una malformación. El mayor riesgo es el de aborto si la exposición da lugar a la muerte indetectable del embrión. Para esto la dosis al mismo tiene que superar los 100 mGy. Basándose en esto, se ha sugerido eliminar la ‘regla de los 10 días’ y reemplazarla por la de los 28 días. Esto significa que si el examen radiológico está justificado, se puede realizar en cualquier momento del ciclo hasta que se produzca una ausencia menstrual. Por tanto el foco de atención se ha desplazado a la falta de una menstruación y la posibilidad de embarazo. En caso de una falta menstrual se debe considerar que la mujer está embarazada a no ser que se demuestre lo contrario. En tal situación se debe explorar, hasta donde sea posible, la posibilidad de emplear otros métodos de obtener la información mediante exámenes no radiológicos.

3. ¿Qué ocurriría si una paciente se sometiera a una exploración abdominal de CT antes de percatarse de que está embarazada?

En ocasiones, una paciente puede no ser consciente de su embarazo al hacérsele un examen de rayos X y, naturalmente, se preocupará mucho cuando se entere de que está embarazada.
En tales casos, se debería estimar la dosis de radiación al embrión o feto, pero esta estimación tiene que hacerla un físico médico o especialista en seguridad radiológica con experiencia en dosimetría. Con ello se puede informar a la paciente de los posibles riesgos involucrados. En muchos casos el riesgo será pequeño, puesto que la irradiación se habrá producido en las tres semanas que siguen a la concepción. En unos pocos casos, se tratará de un embrión será mayor y la dosis involucrada puede ser considerable. No obstante, es extremadamente improbable que la dosis sea lo bastante alta como para que justifique recomendar a la paciente que considere la posibilidad de interrumpir el embarazo.
Si hiciera falta calcular la dosis de radiación para aconsejar a la paciente, se han de considerar los datos radiográficos si se los conoce. Se pueden asumir ciertas hipótesis en la dosimetría, pero es mejor utilizar los datos reales de la exploración. También se debe determinar la fecha de la concepción y la del último periodo menstrual (LMP)

4. ¿Cuán seguros son los exámenes de tórax y extremidades en el caso de embarazo?

Los exámenes diagnósticos de zonas alejadas del feto que tengan indicación médica (por ejemplo radiografías del tórax o de las extremidades) se pueden realizar de manera segura en cualquier momento del embarazo, si el equipo está en buen estado. Normalmente, el riesgo de no diagnosticar es mayor que el riesgo de la radiación impartida en el examen.
Si las dosis típicas de un tipo de examen se encuentran en el límite superior del rango de dosis del diagnóstico y si el feto está dentro del haz o cerca del mismo o de la fuente de radiación, se debe poner cuidado en reducir al máximo la dosis al feto, sin comprometer el diagnóstico. Este objetivo se puede lograr ajustando el examen y estudiando cada radiografía a medida que se va obteniendo, hasta conseguir el diagóstico y dando por terminado el examen en ese momento.
Efectos de la exposición a la radiación en útero
Aunque es improbable que la radiación de los exámenes de radiodiagnóstico cause efectos nocivos en el niño, no se puede excluir la posibilidad de que se genere algún efecto radioinducido. Los efectos de la exposición al embrión o feto dependen del tiempo transcurrido desde la concepción y de la dosis absorbida. La explicación que sigue es para los profesionales científicos y la descripción de los efectos que aquí se presenta sólo es válida en las situaciones que aquí se mencionan. Esto no implica que dichos efectos vayan a ocurrir con las dosis de los exámenes comunes, dado que éstas son muy pequeñas. Para ver más detalles, consúltese la publicación ICRP 84.
  • Las dosis prenatales de la mayoría de los exámenes diagnósticos realizados correctamente no presentan ningún incremento medible en el riesgo de muerte prenatal, malformación, o impedimento al desarrollo mental, por encima de la incidencia normal de estas enfermedades. Pero a dosis más altas, tales como las que se utilizan en tratamientos terapéuticos, se puede producir un daño considerable al feto.
  • Hay riesgos relacionados con la radiación en todo el embarazo que dependen de la fase del mismo y de la dosis absorbida en el feto. Los riesgos de la radiación son mayores en la organogénesis y en la fase temprana del feto, algo menores en el segundo trimestre y los más bajos en el tercero.
  • Hasta las 25 semanas que siguen a la concepción, el sistema nervioso central (CNS) es especialmente radiosensible. Las dosis al feto por encima de 100 mGy pueden dar lugar a un descenso verificable del IQ. Durante ese mismo tiempo, dosis al feto de alrededor de 1,000 mGy (1 Gy) pueden dar una elevada probabilidad de retraso mental severo. El tiempo de mayor sensibilidad es el que va de 8 a 15 semanas después de la concepción. El sistema nervioso central es menos sensible a estos efectos en el intervalo de 16-25 semanas desde la gestación y después de este tiempo es bastante resistente.
  • Se ha demostrado que la radiación ocasiona leucemia y muchos tipos de cáncer tanto en adultos como en niños. A lo largo de la mayor parte del embarazo, se asume que el embrión y feto tienen aproximadamente el mismo riesgo de posibles efectos cancerosos de la radiación que los niños.

5. ¿Se puede realizar un cateterismo cardiaco a una paciente embarazada?

Sí. En muchas situaciones, el beneficio de efectuar el cateterismo es mucho mayor que cualquier posible daño pequeño que podría surgir de la exposición a la radiación. Sin embargo, como en toda exposición médica, cada estudio específico debe estar clínicamente justificado, tomando en consideración cuándo hay que efectuarla y la dosis prevista al feto. Una vez que el examen ha sido justificado, se tiene cuidado en optimizar el procedimiento con el fin de reducir al mínimo la exposición del feto a la radiación, pero logrando el resultado clínico deseado. La exposición predominante del feto es la de la radiación dispersa dentro del paciente. Algunos de los muchos métodos para reducir al mínimo la dosis al feto son los siguientes: restringir el tamaño del haz de rayos X para que sea tan pequeño como permita el logro del objetivo clínico, elegir la proyección del haz primario de tal manera que esté tan lejos del feto como se pueda; seleccionar los datos de exposición apropiados y asegurar que el tiempo de exposición total sea tan corto como se pueda. En cateterismos bien realizados, las dosis estimadas al feto son normalmente muy pequeñas, pero se aconseja que los cálculos de dosis los haga un físico médico capacitado. A modo de comentario final, el efecto de poner un delantal plomado sobre la mesa para que el haz primario no abarque al feto es muy pequeño, pero puede dar confianza al paciente y al personal, por lo cual es recomendable siempre que el uso del delantal no comprometa la ejecución de dichos cateterismos.

6. ¿A qué se debe que se hayan tomado decisiones de interrumpir embarazos por una exposición a la radiación?

Según la publicación ICRP 84, no se justifica, desde el punto de vista del riesgo, la interrupción del embarazo si las dosis al feto son inferiores a 100 mGy. Con dosis al feto entre 100 y 500 mGy, la decision se debería tomar basándose en las circunstancias individuales.
El tema de la interrupción del embarazo se trata, sin duda, de manera diferente en distintas partes del mundo. Éste se ve complicado por aspectos éticos, morales y creencias religiosas, así como, quizá, por leyes y reglamentaciones locales o nacionales. Este complicado tema involucra mucho más cosas que las consideraciones de protección radiológica y requiere que se facilite asesoramiento al paciente y a su pareja.
A dosis por encima de los 500 mGy, el feto puede resultar dañado de consideración, y este daño es función de la dosis y de la fase del embarazo.
Para ver más información, consúltese la publicación ICRP 84.

7. ¿Puede quedar estéril el paciente por un examen de rayos X para diagnóstico?

Las gónadas son órganos radiosensibles del cuerpo humano. El umbral de dosis de radiación para producir esterilidad permanente en hombres se halla entre 3500 y 6000 mGy. Dado que las dosis de diagnóstico con rayos X son bajas (véase cuadro 1), éstas no implican riesgo de esterilidad.
 CUADRO I. DOSIS APROXIMADAS AL FETO EN EXÁMENES DIAGNÓSTIOS COMUNES EN EL REINO UNIDO.

(Adaptadas de los datos de Sharp, Shrimpton, y Buiy, 1998).

Exámenes con rayos X convencionalesValor medio (mGy)Valor máximo (mGy)
Abdomen1.44.2
Tórax< 0.01< 0.01
Urograma intravenoso1.710
Columna lumbar1.710
Pelvis1.14
Cráneo< 0.01< 0.01
Columna torácica< 0.01< 0.01
Exámenes con fluoroscopiaValor medio (mGy)Valor máximo (mGy)
Estudio del tracto gastroduodenal superior con bario (UGI)1.15.8
Enema de bario6.824
Tomografía computadaValor medio (mGy)Valor máximo (mGy)
Abdomen8.049
Tórax0.060.96
Cabeza< 0.005< 0.005
Columna lumbar2.48.6
Pelvis2579

8. ¿Puede una empleada embarazada seguir trabajando en un departamento de rayos X?

Una trabajadora embarazada puede continuar trabajando en un departamento de rayos X siempre que se tenga un nivel de confianza razonable de que se puede lograr que la dosis al feto durante todo el embarazo permanezca por debajo de 1 mGy. Al interpretar esta recomendación es importante garantizar que las mujeres embarazadas no sean objeto de discriminación innecesaria. Tanto la trabajadora como el empleador tienen responsabilidades. La primera responsabilidad de proteger al embrión y feto es la de la propia mujer, quien debería ponerlo en conocimiento de la jefatura tan pronto esté confirmado el embarazo. Las recomendaciones siguientes están tomadas de la publicación ICRP 84:
  • El tener que restringir la dosis al embrión y al feto no quiere decir que haya que evitar por completo que la empleada trabaje con radiación, ni que haya que impedir que entre o trabaje en las zonas clasificadas como de radiación. Implica sin embargo, que el empleador debería analizar con cuidado las condiciones de exposición de la mujer embarazada. En particular, sus condiciones de trabajo deben ser tales que sea insignificante la probabilidad de recibir dosis accidentales altas y de incorporar radionúclidos.
  • Cuando se sepa que una mujer con exposición ocupacional a la radiación en medicina ha quedado embarazada, hay normalmente tres opciones que típicamente se toman en consideración: 1) no cambiar sus tareas; 2) pasarla a otra zona en la que la exposición a la radiación sea más baja; o 3) cambiar su trabajo de manera que prácticamente no haya exposición a la radiación.
  • Las trabajadoras embarazadas, que sabiendo que los riesgos pueden ser pequeños, no desean, a sin embargo, aceptar ningún incremento del mismo, a veces piden que se las cambie a una posición en la que no haya exposición a la radiación. También el empleador puede adoptar esta medida para evitar futuras dificultades si la empleada da a luz un niño con anomalía congénita espontánea (lo cual ocurre con una frecuencia de 3 por cada 100 nacimientos). Esta medida no es necesaria por razones de protección radiológica y, obviamente, depende de que el establecimiento sea lo bastante grande y flexible como para poder cubrir fácilmente el puesto vacante.
  • Otra posibilidad es cambiar a la trabajadora a una posición que pueda haber una exposición ambiental más baja. En radiodiagnóstico, esto puede implicar el transferir a una técnica de fluoroscopia o exploraciones de CT a alguna otra zona en la que haya menos radiación dispersa. En departamentos de medicina nuclear se puede restringir a la embarazada de pasar mucho tiempo en la radiofarmacia o de trabajar con soluciones de yodo radiactivo. En radioterapia con fuentes selladas, las técnicas embarazadas o las enfermeras podrían abstenerse de participar en braquiterapia manual.
  • En estas dos últimas alternativas hay implicada una consideración ética ya que otro trabajador va a tener una exposición adicional a la radiación por el hecho de que una colega haya quedado embarazada.
  • Hay muchas situaciones en las que la trabajadora desea continuar haciendo el mismo trabajo, o el empleador puede depender de que ella continúe en éste para mantener el mismo nivel de asistencia a los pacientes, que la unidad de trabajo presta habitualmente. Esto es perfectamente aceptable desde el punto de vista de la protección radiológica, siempre que se pueda estimar la dosis al feto con razonable exactitud y que no se sobrepase el límite recomendado de 1 mGy al feto una vez notificado el embarazo. Sería razonable evaluar el entorno de trabajo para proporcionar garantía de que son improbables los accidentes con dosis altas.
  • El límite recomendado se aplica a la dosis al feto y no corresponde directamente a la dosis medida por un dosímetro personal. Uno de estos dosímetros portado por trabajadores de rayos X puede sobreestimar la dosis al feto en un factor 10 o más. Si el dosímetro se llevaba por fuera del delantal plomado, es probable que la dosis medida sea unas 100 veces más alta que la dosis al feto. Ni los trabajadores de medicina nuclear ni los de radioterapia llevan generalmente delantales plomados y están expuestos a fotones de energías superiores. A pesar de ello, es poco probable que la dosis al feto sobrepase el 25% de la lectura del dosímetro personal.
  • Por último, a la hora de evaluar las actividades de una trabajadora embarazada hay que tomar en consideración otros aspectos además de la exposición a la radiación. En un entorno médico hay a menudo requisitos en cuanto a que una embarazada pueda levantar a pacientes y a que evite agacharse por debajo del nivel de la rodilla. Existe un número de grupos nacionales que han establecido guías no relacionadas con la radiación sobre dichas actividades en distintas fases del embarazo.
  • En ocasiones, se presentan situaciones en las que los familiares prestan cuidados médicos esenciales, ya sea en el hospital o en casa, a los pacientes que han recibido radionúclidos. En tales circunstancias, a estos familiares no se les aplican los límites de dosis al público. Se debería dedicar esfuerzo de manera óptima a no involucrar mujeres que estén embarazadas o que pudieran estarlo. Si fuera esencial recurrir a la ayuda de una mujer embarazada, esto debe hacerse de manera que la dosis al feto no supere 1 mSv.

9. ¿Cuán elevada es la probabilidad de que la exposición a un miembro del personal se acerque a los límites de dosis?

 Las dosis de radiación al personal sometido a exposición ocupacional que trabaja con equipos radiológicos son bajas por lo general y es improbable que se aproximen al límite de dosis equivalente recomendado por la ICRP (véase cuadro II). Sin embargo, en algunos exámenes de fluoroscopia hay posibilidad de que las dosis al personal sean elevadas. En intervenciones asistidas por rayos X se presentan problemas específicos de protección radiológica a causa de los prolongados tiempos de fluoroscopia y de la utilización de ciertos equipos radiológicos que quizá no disponen de cortinillas protectoras de plomo. Por consiguiente, habría que estimar las implicaciones de las recomendaciones de la ICRP sobre la exposición del feto en el personal que realice dichas intervenciones
CUADRO II. RECOMENDACIONES DE LA PUBLICACIÓN ICRP 60
Riesgo de radiación asumidoPublicación 60 de la ICRP
TrabajadoresMuerte por cáncer: 4.0 x 10-2 Sv-1
Detrimento debido a cáncer no mortal: 0.8 x 10-2 Sv-1
Efectos genéticos severos: 0.8 x 10-2 Sv-1
Miembros del públicoMuerte por cáncer: 5.0 x 10-2 Sv-1
Cáncer no mortal: 1.0 x 10-2 Sv-1
Efectos genéticos severos: 1.3 x 10-2 Sv-1
Embrión y fetoNo establecido específicamente
Límites de dosis ocupacional
Occupational dose limits
Publicación 60 de la ICRP
Basado en efectos estocásticosLímite de dosis efectiva anual: 50 mSv anual
límite de dosis efectiva acumulada en 5 años: 100 mSv
Basado en efectos deterministasLímite anual de dosis equivalente de dosis al cristalino del ojo: 150 mSv*
Límite annual de dosis equivalente a la piel, manos y pies: 500 mSv
Límites de dosis al públicoPublicación 60 de la ICRP
Basado en efectos estocásticosLímite de dosis efectiva anual: 1 mSv and,
En caso necesario se pueden recibir dosis superiores siempre que no se supere el promedio anual de 1 mSv a lo largo de 5 años
Basado en efectos deterministasLímite de dosis efectiva anual: 15 mSv
Límite de dosis equivalente anual al cristalino del ojo: 50 mSv y límite de dosis equivalente anual a piel, manos y pies: 50 mSv


*Después de su reunión del 21 de Abril de 2011, la ICRP emitió una declaración recomendando como límite de dosis equivalente en el cristalino 20 mSv por año, promediada durante períodos de cinco años, sin superar los 50 mSv en un año.

 Asesoramiento de pacientes sobre los procedimientos para estimar dosis y riesgo
A menudo, pacientes que han recibido exámenes diagnósticos estando embarazadas se alarman a causa de percepciones emocionales relacionadas con la radiación. Los profesionales sanitarios deberían aconsejar a los pacientes sobre los pasos que se van a dar para estimar el riesgo y darles información adecuada sobre el riesgo asociado a la exposición diagnóstica (y terapéutica) a la radiación en el embarazo. Se deberían tomar en cuenta los siguientes aspectos:
  1. Es improbable que la radiación recibida en exámenes diagnósticos ocasione efecto perjudicial alguno en el niño, aunque no se puede excluir por completo la posibilidad de algún efecto radioinducido.
  2. Se debería informar a la paciente de que si se va a efectuar una estimación de riesgo, no es porque haya razones para creer que éste sea elevado en sus circunstancias, sino porque es una de las precauciones que se toma normalmente siempre que una mujer embarazada se somete a exámenes diagnósticos. (Nota: esto se aplica solamente a los estudios diagnósticos. El riesgo de estudios terapéuticos puede ser elevado, tal como el de ocasionar una ablación de la tiroides del feto)
  3. Hay que evaluar cada caso en función del tiempo de gestación en el momento de recibir la exposición y de los niveles de radiación recibida por el embrión.
  4. Una estimación precisa de la dosis al feto requiere detallada información sobre el equipo de rayos X, el examen realizado, el tamaño del paciente, etc. Por tanto, los valores numéricos de 'dosis “típicas” al feto se deben utilizar teniendo presente que puede haber diferencias considerables entre los valores “típicos” de dosis y los que resultan de la evaluación real.
  5. Se puede tardar hasta una semana en terminar la evaluación de dosis.
  6. Cuando se haya obtenido toda la información se evaluará el riesgo y se revisará junto a otros posibles riesgos del embarazo, de manera que el médico, la paciente, y otras personas involucradas comprendan las circunstancia y puedan entonces tomar una decisión razonable sobre la gestión del embarazo.

Rayos X en niños

Radiografía Pediátrica

¿Qué es una radiografía pediátrica?

Una examen por rayos X es un estudio médico no invasivo que ayuda a los médicos a diagnosticar y tratar condiciones médicas. Los exámenes por rayos X utilizan una dosis pequeña de radiación ionizante para producir imágenes del interior del cuerpo. La radiografía es la modalidad de toma de imágenes médicas más antigua y la que se utiliza más frecuentemente.
El examen por rayos X se puede hacer en recién nacidos, en niños pequeños y en niños más grandes.

¿Cuáles son algunos de los usos comunes del procedimiento?

Los exámenes por rayos X se utilizan para ayudar a diagnosticar una gran variedad de lesiones y enfermedades en niños. Es, frecuentemente, el primer tipo de imagen utilizada para identificar el origen de un dolor, evaluar lesiones traumáticas y localizar un objeto o cuerpo extraño.
Los rayos X se pueden utilizar en todo el cuerpo. La radiografía de tórax es el examen por imágenes más comúnmente utilizado para evaluar el tórax. Puede ayudar a diagnosticar y evaluar:
  • neumonía
  • tumores
  • enfermedades de las vías aéreas
  • anormalidades de nacimiento
  • trauma en los vasos sanguíneos o en los pulmones
  • objetos extraños que se han sido tragados o inhalados
La radiografía abdominal es generalmente el primer examen que se utiliza para evaluar la causa de un dolor agudo en la región abdominal y/o en la cintura. Se la puede utilizar para evaluar náuseas y vómitos sin explicación. Los rayos X son adecuados para visualizar:
En la región pélvica, los rayos X pueden ayudar a detectar tumores, a evaluar la presencia de piedras en el tracto urinario y a evaluar enfermedades óseas de la pelvis.
Los rayos X de los huesos se utilizan para diagnosticar fracturas o dislocaciones, y para guiar las cirugías tales como la de reparación/fusión de vértebras. También ayudan a evaluar:
  • lesiones
  • infecciones
  • crecimientos óseos anormales y cambios óseos observados en condiciones metabólicas
  • cáncer de hueso
  • la ubicación de objetos extraños en los tejidos blandos alrededor de, o en, los huesos
Las radiografías del cráneo han sido reemplazadas mayormente por nuevas tecnologías tales como la tomografía computarizada (TC) y la resonancia magnética nuclear (RMN). Sin embargo, las radiografías del cráneo aún son útiles para detectar fracturas y otras condiciones tales como:
  • anormalidades de nacimiento
  • infecciones
  • objetos extraños
  • tumores
  • enfermedad de los senos paranasales
  • trastornos metabólicos y endocrinológicos que causan defectos en los huesos del cráneo
Los rayos X utilizan materiales de contraste para ayudar a diagnosticar una variedad de condiciones en el tracto intestinal superior e inferior. La radiografía del tracto gastrointestinal superior, también conocida como examen del GI superior, evalúa el esófago, el estómago y la primera parte del intestino delgado (duodeno). Para producir las imágenes se utiliza una forma especial de rayos X denominada fluoroscopia y un material de contraste que se traga.
La fluoroscopia utiliza rayos X para observar los órganos internos en movimiento. Cuando se recubre el tracto GI superior con bario, el radiólogo puede ver y evaluar la anatomía y función del esófago, el estómago y el duodeno.
Un examen del GI superior ayuda a evaluar la función digestiva y puede detectar:
  • reflujo, un flujo invertido de los ácidos del estómago hacia el extremo inferior del esófago
  • úlceras
  • tumores
  • inflamación del esófago, el estómago y el duodeno
  • hernia de hiato
  • cicatrices
  • obstrucciones
  • anormalidades de la pared muscular del tracto GI
  • problemas anatómicos tales como la mal rotación intestinal (una torsión del intestino de un bebé).
Un examen por rayos X que evalúa solamente la faringe y el esófago se denomina examen de deglución de bario. Esto se hace en pacientes que tienen dificultad para comer y en aquellos que podrían tener comida o líquido en sus pulmones. Generalmente, un patólogo del habla, un especialista que trata problemas de comunicación y de deglución, estará involucrado en el examen.
La radiografía del tracto intestinal inferior, también denominada examen del GI inferior o enema de bario, utiliza la fluoroscopia y un material de contraste para examinar el intestino grueso, o colon. Se introduce a través del recto una mezcla de bario con agua. Esto ayuda al médico a identificar anormalidades del intestino inferior. El médico podría ordenar un examen del GI inferior para detectar:
  • tumores benignos (tales como pólipos)
  • cáncer
  • colitis ulcerosa (enfermedad intestinal inflamatoria)
  • La enfermedad de Hirschsprung (una enfermedad de niños caracterizada por la presencia de anormalidades en el intestino grueso).
En ocasiones, a algunos pacientes se les dan otras formas de contraste para que traguen, que generalmente contienen iodo. Estos materiales de contraste alternativos se pueden utilizar si el paciente ha tenido recientemente una cirugía del tracto GI o tiene alergias a otros materiales de contraste. El radiólogo determinará el tipo de material de contraste a utilizar. Para más información, vea la página sobre materiales de contraste.

¿Cómo debemos prepararnos para la radiografía?

Su niño debe vestir ropas cómodas y sueltas durante el examen. Les podrían dar una bata para que se pongan durante el procedimiento.
Los objetos de metales, incluyendo joyas, anteojos, aparatos para oír, aparatos dentales no permanentes y hebillas podrían afectar las imágenes por rayos X. Asegúrese de quitárselos antes del examen de su niño.
Se le podría pedir a su niño que no coma ni beba nada por varias horas antes de un examen del GI superior. Esto se debe a que la comida y la bebida pueden diluir el material de contraste. Además, la sensación de sentirse lleno podría prevenir que los pacientes beban de forma voluntaria material de contraste.
Es raro que se necesite de sedación y anestesia durante los exámenes por rayos X.
Hable con su médico sobre cualquier medicamento que su niño esté tomando y sobre si tiene algún tipo de alergia.
Además, hable con su médico sobre cualquier enfermedad reciente y otras condiciones médicas que su niño pudiera tener. Mencione cualquier historial de asma, diabetes, enfermedad de los riñones o problemas de las tiroides.
A las niñas adolescentes se le podría pedir que proporcionen orina para una prueba de embarazo, si son sexualmente activas. Esto es para que el feto no sea inadvertidamente expuesto a la radiación.

¿Cómo es el equipo de rayos X?


El equipo utilizado durante un examen por rayos X varía en base a la parte del cuerpo de la que se estén tomando las imágenes.
En la mayoría de los casos, el equipo consiste en de un tubo de rayos X que cuelga sobre la camilla. Debajo de la camilla hay un cajón que contiene la placa de rayos X o la placa de grabación digital. A veces, los rayos X se hacen con el paciente parado.
Para los exámenes que utilizan fluoroscopia, el equipo generalmente consiste de una mesa, 12 tubos de rayos X y monitores tipo televisión adentro y afuera de la sala examen. La fluoroscopia convierte los rayos X en imágenes de video. Se utiliza para observar y guiar el progreso del procedimiento. El video es creado por la máquina de rayos X y un detector que cuelga sobre una camilla de examen.
A los niños que están en el hospital y que no pueden ser trasladados hasta la sala de rayos X se les pueden hacer las radiografías junto a la cama utilizando un aparato de rayos X pequeño y portátil. El tubo de rayos X está conectado a un brazo flexible que se extiende sobre el paciente mientras se coloca debajo del paciente una placa de rayos X o una placa de grabación digital.

¿Cómo es el procedimiento?

Los rayos X son una forma de radiación, como la luz o las ondas de radio. Los rayos X pasan a través de la mayoría de los objetos, incluso el cuerpo. Una vez que se encuentra cuidadosamente dirigida a la parte del cuerpo a examinar, una máquina de rayos X genera una pequeña cantidad de radiación que atraviesa el cuerpo, produciendo una imagen en película fotográfica o en detector especial.
Los rayos X son absorbidos por diferentes partes del cuerpo en variables grados. Los huesos absorben gran parte de la radiación mientras que los tejidos blandos, como los músculos, la grasa y los órganos, permiten que más de los rayos X pasen a través de ellos. En consecuencia, los huesos aparecen blancos en los rayos X, mientras que los tejidos blandos se muestran en matices de gris y el aire aparece en negro.
Hasta no hace mucho, las imágenes por rayos X se guardaban en forma de grandes placas de video (parecidas a un negativo grande de fotografía). Hoy en día, la mayoría de las imágenes son archivos digitales que se almacenan en forma electrónica. A estas imágenes grabadas se puede acceder fácil y rápidamente para ayudar a diagnosticar y tratar enfermedades.

¿Cómo se lleva a cabo el procedimiento?

El tecnólogo ubicará al niño en la camilla de rayos X. Por lo general, el niño puede estar acompañado por un tutor en la sala de rayos X. Se le pedirá al tutor que se ponga un delantal de plomo.
El tecnólogo de rayos X ubicará al niño, y luego se dirigirá hacia atrás de una pared o hacia otra sala para activar la máquina de rayos X. El niño debe mantenerse quieto para reducir la posibilidad de que la imagen sea difusa. A los niños más grandes se les pedirá que mantengan la respiración y que se queden quietos por unos pocos segundos durante la radiografía. Los niños pequeños podría necesitar de ayuda para mantenerse quietos.
El tecnólogo podría pedirle al niño que se acueste de costado o que se pare para tomar imágenes adicionales.
Al completar el examen, se le podría pedir que espere hasta que el tecnólogo determine que se hayan obtenido todas las imágenes necesarias.
El examen entero por rayos X, desde la ubicación hasta la obtención y verificación de las imágenes, se completa generalmente en unos quince minutos. La exposición real a la radiación es generalmente de menos de un segundo.
Los procedimientos difieren para la evaluación del tracto intestinal inferior o el superior. Por favor vea las páginas de radiografía - tracto GI superior y radiografía - tracto GI inferior para más detalles.

¿Qué experimentará mi niño durante y después del procedimiento?

Los exámenes por rayos X son generalmente indoloros, rápidos y fáciles.
Los niños podría sentir incomodidad debido a la temperatura fría en la sala de examen o a la dureza de la camilla de rayos X. Es probable que las posiciones que tenga que mantener les resulten incómodas o dolorosas, especialmente si tienen alguna lesión.
El tecnólogo ayudará a su niño a encontrar una posición lo más cómoda posible como para asegurar que se puedan capturar imágenes de la mejor calidad.
Por lo general, luego de un examen por rayos X, su niño podrá regresar a sus actividades normales. Si su niño recibe alguna forma de sedación para el examen, usted y su niño permanecerán en el departamento durante un periodo de recuperación. También le darán instrucciones sobre la limitación de actividades durante el día.

¿Quién interpreta los resultados y cómo los obtengo?

Un radiólogo, un médico específicamente capacitado para supervisar e interpretar los exámenes de radiología, analizará las imágenes y enviará un informe firmado a su médico remitente o de atención primaria, quien compartirá con usted los resultados.
Los exámenes por rayos X pueden estar disponibles prácticamente de forma inmediata para que los evalúe su radiólogo.
Podría ser necesario hacer exámenes de seguimiento. Si así fuera, su doctor le explicará el porque. Algunas veces se realiza un examen de seguimiento porque una posible anormalidad necesita una evaluación más exhaustiva con vistas adicionales o con una técnica especial de toma de imágenes. También se podría hacer un examen de seguimiento para ver si ha habido algún cambio en una anormalidad a lo largo del tiempo. Los exámenes de seguimiento, a veces, son la mejor forma de ver si el tratamiento está funcionando o si una anormalidad está estable o ha cambiado.

¿Cuáles son los beneficios y los riesgos?

Beneficios

  • Los rayos X son indoloros y mínimamente invasivos.
  • Los exámenes radiológicos, por lo general, pueden brindar suficiente información como para evitar procedimientos más invasivos.
  • El equipo de rayos X es relativamente económico y se encuentra ampliamente disponible en las salas de emergencia, los consultorios médicos, los centros de atención médica ambulatoria, asilos y otras instituciones, lo que lo hace conveniente tanto para los pacientes como para los médicos.
  • Teniendo en cuenta la rapidez y facilidad que brindan las imágenes de rayos X, es de especial utilidad en los casos de diagnóstico y tratamiento de emergencia.
  • No queda radiación en el cuerpo de un paciente luego de realizar el examen de rayos X.
  • Los rayos X por lo general no tienen efectos secundarios en el rango de diagnóstico típico para este examen.

Riesgos

  • Existe un riesgo muy pequeño pero significativo de cáncer a lo largo de la vida en los niños que son expuestos de forma excesiva a la radiación. Los parámetros de los equipos de radiología están optimizados para utilizar la dosis de radiación más baja posible necesaria para producir imágenes de calidad. Los exámenes se realizan solamente en el caso de indicaciones adecuadas.
  • La dosis efectiva de radiación para estos procedimientos varía. Vea la página sobre seguridad durante la radiación en los niños para más información.
  • El riesgo de una reacción alérgica grave a los materiales de contraste con iodo es raro en niños y casi siempre moderado. Los departamentos de radiología están bien equipados para lidiar con esto.
  • Siempre existe un riesgo de complicación debido a la anestesia general o la sedación. Se tomarán todas las medidas necesarias para proteger a su niño, incluyendo el monitoreo continuo.

Sobre la minimización de la exposición a la radiación

Se debe tener especial cuidado durante los exámenes de rayos X en utilizar la mínima dosis posible de radiación y a la vez generar las mejores imágenes para la evaluación. Las organizaciones nacionales e internacionales de protección de la radiología revisan y actualizan constantemente las normas técnicas utilizadas por los profesionales en radiología.
Los sistemas modernos de rayos X tienen haces de rayos X muy controlados y métodos de control de filtración para minimizar la desviación (dispersión) de la radiación. Esto garantiza que aquellas partes del cuerpo de las que no se toman imágenes reciban la mínima exposición posible a la radiación.

¿Cuáles son las limitaciones de las radiografías pediátricas?

Las radiografías son un primer paso útil en el proceso de diagnóstico por imágenes. Sin embargo, las imágenes no son tan detalladas como las de otros exámenes tales como la TC o la RMN. Podrían ser necesarios más estudios para clarificar los resultados o para buscar anormalidades que no se pueden ver en una radiografía.
Trabajando en forma conjunta, su médico de cabecera o su pediatra y el radiólogo decidirán qué tipo de examen es el mejor para su niño.

Rayos X en el embarazo

El riesgo de los Rayos X en el embarazo

La exposición a Rayos X es una gran preocupación en el embarazo, tanto para médicos como pacientes, ya que altas radiaciones son perjudiciales para el feto, especialmente en las primeras semanas de embarazo, pudiendo provocar defectos congénitos. Por tanto, te contamos todo lo que debes saber sobre Rayos X y embarazo.
Antes de someterte a cualquier prueba de Rayos X debes comentarle al médico que estás embarazada o que podrías estarlo. En cada caso, se evaluará la necesidad de realizar una radiografía u otra prueba alternativa para evitar posibles daños en el bebé.

Los rayos X son radiaciones de alta frecuencia que pueden alterar la estructura de las moléculas de las células. No sólo son perjudiciales para la madre, sino también para el bebé. Pueden causar la muerte celular o alteraciones en la formación de los gametos, en la multiplicación celular o afectar la implantación del embrión en el útero.
Los daños que pueden producir los rayos X en el bebé dependerán de la dosis y el tiempo de exposición a la radicación, así como de la parte del cuerpo irradiada.
Para tranquilidad de las embarazadas, las exposiciones por procedimientos diagnósticos comunes no representan un aumento significativo del riesgo que tiene la población general para defectos congénitos, entre un 3% y un 6%.

De hecho, según la Comisión Internacional de Protección Radiológica (ICRP) dosis absorbidas por el feto inferiores a 100 miliGy (mGy) no son suficientes para interrumpir un embarazo, mientras que las dosis fetales en radiología diagnóstica son habitualmente inferiores a 50 mGy.
Para que os deis una idea, una dosis fetal de 100 mGy no sería probable que se alcance con tres exámenes de radiografía computarizada de pelvis (TC), ni con 20 estudios de radiodiagnóstico convencionales de abdomen o pelvis.
El período más crítico son las dos o tres primeras después de la concepción, cuando probablemente la mujer no sepa que está embarazada. Por tanto, si supones que podrías estarlo lo más recomendable es posponer la radiografía, salvo que sea absolutamente necesaria y de partes lejanas al abdomen, el cual igualmente deberás proteger.

Si no hay otra opción, lo que debes saber


Cuando una paciente que tiene que someterse a radiación está embarazada, deberá evaluarse si es realmente necesaria o puede evitarse o ser reemplazada por otra prueba menos agresiva que no haga uso de radiaciones ionizantes, como por ejemplo una ecografía.
Si el médico determina que es completamente necesaria, hay un procedimiento que debe seguirse para minimizar el riesgo para el bebé. El radiólogo determinará si el feto se encontraría bajo el haz primario de rayos X. Si no fuese así, el riesgo para el feto será extremadamente bajo y se ocupará de irradiar la mínima dosis posible para obtener un diagnóstico correcto.

Cuando se trata de radiografías de áreas lejanas al feto (tórax, cráneo o extremidades), estas se pueden realizar con seguridad en cualquier momento del embarazo, pero la embarazada debe proteger el abdomen con un delantal plomado.
Si el feto se encontrase en el haz directo y la radiografía no puede demorarse hasta el final del embarazo, el médico deberá evaluar cada caso e informar a la embarazada de posibles riesgos, según la etapa de embarazo, el problema de la mujer y la dosis que requeriría el estudio. Por ejemplo, si es una única radiografía simple de abdomen, con una dosis baja u otro tipo de prueba con dosis alta.
Los rayos X son un riesgo para la embarazada, además tienen efecto acumulativo. Por tanto, deberían intentar evitarse o postergarse, y sólo cuando sea estrictamente necesario realizar una radiografía estando embarazada, protegerse adecuadamente y evaluar junto con el equipo médico el posible alcance sobre el bebé.

Avance Radiológico

Equipos de Rayos X Todo depende del tipo de estudio que se le deba realizar al paciente; pueden existir: ·          Equipos fijos ...